Arreglos y dirección musical: Manuel Marvizón
Guitarra flamenca: Manolo Franco
Bajo: Bruno Marvizón
Percusiones: Juan Ruiz
Oboe: Francisco Javier Guitiérrez
Pianos: Manuel Marvizón
Guitarra eléctrica: Bernd Boss
Trompeta: Guillermo Fernández
Trombón:J. José Punta
Saxo:José Manuel Marchena
Flauta: Luis Orden
Palmas y palillos:José Joaquín y Mª José Álvarez
Diseño gráfico: Rafael Iglesias
Fotografía artística: Inma Puchal
Coordinación de producción: Pablo Domínguez
Sonido: Alfaguara estudios
Masterización: LAB SOUND
Grabación efectuada en Sistema digital
Técnico de sonido: J. Mª Marvizón
Es una producción de "EDICIONES SENADOR S. L." dirigida y realizada por Manuel Marvizón.
LETRAS:
¿POR QUÉ NO BAILAS?
I
Por qué no bailas niña,
por qué no bailas,
que el compás de tu cuerpo,
niña, a mi me mata.
Por qué no bailas niña,
por qué no bailas.
II
Por qué no cantas niña
por qué no cantas,
si salen ruiseñores, niña,
de tu garganta.
Por qué no cantas niña
por qué no cantas.
III
Por qué no tocas, niña,
esos palillos,
si suenan en tus manos, niña,
a fandanguillos.
Por qué no tocas, niña,
esos palillos.
IV
Por qué no tocas, niña,
esa guitarra,
si suenan sus acordes, niña,
a ron y a caña.
Por qué no tocas, niña,
esa guitarra.
Estribillo:
Anda y báilame, que yo,
que yo quiero aprender a bailar.
Anda y no seas así,
tan solo la primera prima,
y yo seré feliz.
LAS CUATRO ESQUINAS
I
Junto a la casa en que vivo
vive una niña a quien yo
cartas sin firma le escribo
declarándole mi amor.
II
Por la Plaza y el Paseo
y por la calle Real,
cuando con otros la veo
ganas me dan de llorar.
III
Cartas sin firma le escribo
a esa vecina que a mí…
me trae más muerto que vivo
en un negro sin vivir.
IV
Del río a la calle Larga
con uno y otros la ven...
¡La Macarena me valga
que yo no la quiero ver!.
Estribillo:
Y aunque mi vecina,
es canela fina
y romero en flor.
A las cuatro esquinas
juega con mi amor.
CAUTIVO EN SEVILLA
I
Tengo el alma cautiva en Sevilla
desde que nací
y hoy me duele, mi amor
que me pidas
que renuncie a Sevilla por ti;
mi destino este escrito a la orilla
del Guadalquivir.
II
Como puedo yo, hacerme a la idea
que en otra ciudad,
cuando salga a la calle, no vea
la Giralda queriendo escalar
sobre un blanco perfil de azoteas
bañadas de cal...
III
Que sería de mí si mañana
no pudiera ver
esa imagen sin par de Triana
con el río durmiendo a sus pies.
¡Que tristeza al abrir mi ventana
cada amanecer!.
IV
O Sevilla o tu amor. No quisiera
tener que elegir,
que aunque siempre te quise de veras
y a tu lado me siento feliz;
si es que irte por fin decidieras
yo me quedo aquí
Estribilo
Pídeme,
que te arranque del cielo la luna,
que te traiga las perlas del mar,
pero nunca que cambie Sevilla
por otra ciudad.
MANUELA
I
Tiene los ojos Manuela
más grandes que el corazón,
pero hay lirio en sus ojeras
por duquelas de un amor.
II
Pregonan malignas voces
que si viene y que si va
pero cuando dan las doce
nadie la escucha llorar.
III
Espera tras los cristales
a quien nunca volverá
bordando dos iniciales
en la seda de su ajuar.
IV
Nadie ronda su cancela
ni envía cartas de amor
y sin embargo, en Manuela
sigue viva la ilusión.
Estribillo:
Manuela,
estás llorando, mujer;
junto a la cruz de un amor,
amor que no pudo ser,
amor que nunca existió.
DETRÁS DE MI PENSAMIENTO
I
Detrás de mis pensamientos
le voy buscando Señora.
No hay barrera ni distancia
y el tiempo no tiene hora.
II
Detrás de mis pensamientos
por las marismas abiertas,
en un instante se acerca
mi corazón a tu puerta.
III
Detrás de mis pensamientos
se van mis penas volando
para pedirte consuelo,
y tu me estás esperando
IV
Detrás de mis pensamientos
que siempre son rocieros,
hago el camino soñando
todas las veces que quiero.
Estribillo:
¡Qué me importa la distancia!
Cuando te busco, Rocío.
Ni la distancia ni el tiempo.
Si vuela el corazón mío
detrás de mis pensamientos.
OLVÍDALA
I
Templando la guitarra del olvido
llegaron tus recuerdos…
y los consejos firmes de un amigo
que me calaron dentro.
II
Aquel amor sincero que te daba
no fue correspondido,
y nunca imaginé que tu serías
la cruz de mi destino.
III
Quemándome en la hoguera de un cariño
que no era verdadero,
dejándome atrapar igual que a un niño
en un amor tan ciego.
IV
No juegues al amor faroleando
que es algo peligroso.
No ganarás partida destrozando
un verbo tan hermoso.
Estribillo:
¡Olvídala!, Ella te engaña con otro,
él me dijo: ¡olvídala!
Mírala fija a los ojos
y tú mismo lo verás.
30 AÑOS DE ROMEROS
Volaron sin darnos cuenta
las hojas del calendario
hacia los años sesenta
y hasta un pequeño escenario.
Que nervios el primer día
y que profunda emoción,
¡con qué fuerza nos latía
a los cinco el corazón!.
Estribillo:
Treinta años,
compartimos treinta años
y en ese empeño diario
se nos quedó media vida
arriba del escenario.
Le hemos cantado al Rocío,
a la feria y su alegría,
a la marisma y al río
y al pueblo de Andalucía.
Le hemos cantado a la vida,
a la madre y a la flor,
al hermano y a la herida
que nos deja un desamor.
En este largo sendero
-más de treinta primaveras-
a nuestro lado estuvieron
siempre nuestras compañeras.
Fuimos haciendo camino
en ese día tras día
y en hermandad compartimos
la pena y las alegrías.
Las salves cruzando el Quema,
los lunes de "madruga”,
las noches en la candela,
los amigos de verdad.
Cantamos al campesino,
al mar a sus marineros,
a la luna y al buen vino
y al duende del saeteo.
Y al Cristo que agonizante
sigue muriendo en la cruz
y a esa bandera, estandarte
del que se siente andaluz.
Ya nuestros hijos crecieron
y hoy tienen la misma edad
que aquellos cinco “Romeros"
que soñaban con triunfar.
DESDE QUE SOY ROCIERO
I
Con un rescoldo de leña
y la marisma a mis pies,
"pa" que quiero más riqueza
que verte, amigo, otra vez
compartiendo nuestra mesa.
II
Desde que encontré consuelo
siguiendo su claridad
este afán de rociero
arde, como el lubrican
en los azules del cielo…
III
Se dibujaba en la arena
la sombra del encinar
y se olvidaban las penas
soñando con la "para"
después de cruzar El Quema.
IV
Desde que soy rociero
me está llamando la fe
y son más limpios mis sueños
que la luz del amanecer
de los campos marismeños.
Estribillo:
Desde que soy rociero
tengo una llama "encendía".
tengo otra forma de ser;
está cambiando mi vida.
No me preguntes porqué.
GOLONDRINAS Y SAETAS
Y es la saeta
golondrina que se levanta
y deja el aire bendito...
¡Me suena a gloria ese grito
porque es Sevilla quien canta!.
I
Suenan por Sevilla
pisadas de cera
y el día se viste
con la primavera.
Y suenan cornetas
y detrás tambores
y el aire no sabe
esconder las flores.
II
Qué estrecha es la calle
de un barrio de Sevilla,
pero cabe el cielo
sobre la cuadrilla.
Se escapa un suspiro,
tiembla el mundo entero
y el capataz dice:
¡Menos paso quiero!
III
Se ha puesto el calvario
color de la tarde;
entre grana y malva
y una luz que arde.
Los silencios clavan
potencias al viento
y son las pareces
un sudario lento.
IV
Rozan los varales
por el alma mía…
y encienden tus ojos
la Candelería.
Pregona esa luna
que ya es Viernes Santo
¡pero estas tan guapa
a pesar del llanto!.
NO ME ENGAÑES, NO
I
Hace varios días
noto en tu mirada
que quieres dejarme,
que no sientes nada.
II
Si fue una aventura,
¿por qué te lo callas?,
¿por qué no me dices
que ya no me amas?.
III
Rompe tu silencio,
dime, ¿qué te pasa?,
que ya no soporto
tu fría mirada.
IV
Antes de olvidarme
piénsalo con calma;
dejarás vacía
y rota mi alma…
Estribillo:
No me engañes, no.
Sabes que te quiero
pero por favor…
antes de engañarme
¡me dices adiós!.
MI ACENTO ES DE ANDALUCÍA
I
Yo nunca perdí el acento
-mi viejo acento del Sur-
aunque muy lejos me encuentro
hablo y pienso en andaluz
porque me sale de dentro.
II
El nombre de Andalucía
tiene en mi pecho un altar,
una pasión "encendía"
que no podrás apagar
porque esa tierra es la mía.
III
Tu tierra me dio cobijo
cuando del Sur me alejé,
luego, el destino bendijo
que fuese mía también
cuando nacieron mis hijos.
IV
Mi acento es de Andalucía
y no lo pienso cambiar
porque a la vez cambiaría
mis señas de identidad,
mi vieja filosofía.
Estribillo:
Déjame hablar como quiera,
que me exprese a mi manera
lo mismo que lo haces tú,
habla tú como prefieras
que yo hablaré en andaluz.
QUIEN TE HA DICHO
El silencio olía a flores;
yo estaba sólo ante Ella
y al mirarla vi en sus ojos
un brillo claro de estrellas.
Un arrullo de paloma
me llenó de su alegría
y yo notaba, por dentro,
que la Virgen me decía…
I
¿Quién te ha dicho a ti, hijo mío,
que no te quiero mirar?...
si yo siempre te he " querio"
y nunca te voy a olvidar.
II
Cómo voy a abandonarte
Si te di mi corazón.
Nunca habrá nadie en el mundo
que te quiera más que yo.
III
Es vedad que estaba triste,
pero lloraba por ti;
ofendiste a tus hermanos
y te a alejaste de mi.
IV
Quiero verte rociero
y que vivas con amor
y que quieras a "tó" el mundo
igual que te quiero yo.
Estribillo:
Mírame,
mira mi cara morena
y en ella podrás leer…
si una madre que sea buena
puede dejar de querer.
