Arreglos y dirección musical: Manuel Marvizón
Guitarra flamenca: Manolo Franco
Bajo y coordinación musical: Bruno Marvizón
Percusión: Juan Ruiz
Palillos: Mª José Peso y Raúl
Guitarras acústicas: Vicente Delmás
Trompeta: Guillermo Fernández
Trombón: Juan Jo´se Puntas
Oboe y corno inglés: Francisco Gutiérrez
Teclados: Luis Manuel Mangas
Tambores: Juan Ruiz
Saxo: Marchena
Laudes y bandurrias: Javier Peso y Manuel García
Cuerdas: Orquesta de Cámara de Sevilla
Nuestro agradecimiento al coro de la Hermandad de Sevilla por la colaboración en los temas "Paloma" y "Que no se pierdan las carretas".
Sonido: Alfaguara Estudios
Técnico de sonido: José María Marvizón
Fotografía portada: Alberto Matey
Diseño disco: Pablo Domínguez
Grabación efectuada en sistema digital, corte del disco DMM
Es una producción de Ediciones Senador S. L. dirigida y realizada por Manuel Marvizón.
LETRAS:
EN EL CIELO DE SEVILLA ¡LA GIRALDA!
I
Por una calle cualquiera
de las que tiene Sevilla
se puede ver la Giralda
aunque parezca mentira.
II
Por la orillita del río
o por la plaza de España,
por donde quieras que mires
se puede ver la Giralda.
III
Por Santa Cruz y Santa Clara
y también desde el Alcázar
de noche o con luz del día
se puede ver la Giralda.
IV
Por San Lorenzo y San Gil
o por la vieja Triana
se puede ver la Giralda
y hasta escuchar sus campanas.
Estribillo:
Y es que la Giralda es
la peineta y la mantilla
de la más bella mujer
y en el cielo de Sevilla
lo primero que se ve.
MIS CINCO SENTIDOS SEVILLANOS
I
Tengo los cinco sentidos
queriendo echarse a volar
por los cielos de Sevilla
para verla en ese altar…
de espadaña y campanario,
de patio blanco y compás
y posarme enamorado
en su desnudo de cal.
II
Los silencios de Sevilla
me hablan con su media voz
cuando repica la fuente,
cuando se mueve una flor,
y la cera parpadea,
el cante se hace dolor
y el pisar de la cuadrilla
son los andares de Dios.
III
Huele la tarde a Sevilla,
a naranja y a querer,
a arrayán recién regado
y a portales de belén.
Y sabe a bendita gloria
hecha de suspiro y miel
y al aire que se santigua
y a beso de mi mujer.
IV
Yo te acaricio, Sevilla,
paseando el mes de abril
por esa umbría del parque
que tanto sabe de mi.
Y acariciaba mi alma
milagros del camarín
y cada vez que te canto
soy caricia para ti.
Estribillo:
Están los cinco sentidos
abiertos de par en par
y a fuerza de tanto amar…
de Sevilla están heridos
y no se quieren curar.
QUE LE IMPORTA A NADIE
I
Tengo una ventana
que a la calle da,
por las malas lenguas
la tengo “cerrá”...
II
Yo sigo contento
con vivir así
y no quiero cuentos
para no dormir...
III
Yo vivo mi vida
y a nadie hago mal,
si dicen, que digan,
¡otra pena más!...
IV
Haga lo que haga
en lengua estaré
porque se que nada
les parece bien...
Estribillo:
Si vengo o si voy
¡qué le importa a nadie!
si soy o no soy,
yo vivo a mi aire
y sé donde voy.
QUE NO SE PIERDAN LAS CARRETAS
I
Que no se pierdan los bueyes
ni se acaben las carretas
con su carretero al frente.
En casa cuando no hay casa,
rincón de hogar que se mueve,
techo para la blandura,
sombra para el sol caliente.
Pretil de las sevillanas
y sementera y simiente
y cuna para ese niño
que por primera vez viene.
II
Una carreta de bueyes
tiene el perfil más bonito
para el camino de siempre.
Anda con la prisa justa,
con esa prisa que tiene
el que sabe decirle al tiempo
la importancia que conviene.
Si hay carretera delante
o vereda, ella la vence
y es molino que no sabe
si grano o distancia muele.
III
Esa carreta de bueyes
es templo del Simpecado
que va guiando a mi gente.
Es jardín para los lirios,
retablo donde florece
la flor que Dios escogía
para nacer de su vientre.
Es relicario en camino
primavera sobre un eje
y es un verso que se escribe
en un pergamino verde.
IV
Que nunca deje de verse
la estampa de los frontiles
de la ahijada y de los bueyes.
Es barca donde haya río
y entre dos orillas puente
y suspiro de la siesta
y colchón que anda de frente.
Y parece que se queja
pero sólo lo parece
que para el mar de la arena
no hay un navío más fuerte.
Estribillo:
¡Mira si vale la pena
que hasta el Rocío nos lleve
paso a paso, vuelta a vuelta
una carreta de bueyes!
AMORES GADITANOS
I
¡Ay madre que en puerta tierra!
yo besé a una gaditana
y me dijeron sus labios,
y me dijo su mirada
que era la primera vez
que aquella niña besaba.
II
A orillas de la caleta
mudamos hasta el color
por la mirada risueña
de un pícaro pescador
que sorprendió nuestros cuerpos
queriendo hacer el amor.
III
Aunque pasaron los años
aun recuerdo su mirar,
aquel azul de sus ojos
tan azules como el mar,
aquellos pechos tan blancos
como la espuma y la cal.
IV
Tormentas de la marea
como pasa tantas veces…
dejaron a la deriva
el barco de los quereres
y aquellos amores míos
se los llevó la corriente.
Estribillo:
Gaditana,
gaditana,
yo se que recordarás…
aquellos besos de amor
junto a la orilla del mar.
SAETERO
I
Lo he visto en la madrugada
de una noche de pasión,
su silueta, dibujada
tras los hierros de un balcón,
tal vez sus manos temblaran,
pero no tembló su voz...
lI
En Triana amanecía
y otra vez lo pude ver,
su saeta dirigía
a ese Cristo, que en su fe,
después de las tres caídas
se intenta poner de pie...
III
Madrugada en San Lorenzo,
-siempre la recordaré-
olor de cera y de incienso,
-escalofríos de fe-
y su voz rompió el silencio:
“¿adonde vas Gran Poder?”...
IV
Lo vi de nuevo en el puente
mezclado en la multitud,
con gesto de penitente
y envuelto de sombra y luz
cantándole frente a frente
a su “Cachorro” en la Cruz...
Estribillo:
Saetero,
hoy Sevilla te eligió
para llevarle consuelo
a ese Cristo que muere de amor
“clavaito” en el madero.
...Y TUVO QUE SER SEVILLA
I
Que repiquen las campanas
de la Santa Catedral,
porque una infanta de España
en marzo se va a casar.
II
Que los patios del Alcázar
se perfumen de azahar
y un compás por sevillanas
sea la marcha nupcial.
III
Que se llenen los jardines
de alegría y majestad,
y un volar de golondrinas
la acompañe hasta el altar.
IV
Que se quede en sus recuerdos
la Giralda y su perfil
y se prendan en su alma
sueños del Guadalquivir.
Estribillo:
Y tuvo que ser Sevilla,
llegando la primavera
testigo de vuestro amor…
para que siempre la lleve
muy dentro del corazón.
PALOMA
I
Quien pudiera tener
el brillo de tus ojos…
Paloma.
Quien pudiera coger
parte de tus antojos…
Paloma.
II
Quien pudiera grabar
tu imagen marismeña…
Paloma.
Quien pudiera pintar
tu carita almonteña…
Paloma.
III
Quien pudiera alcanzar
tu vuelo primoroso…
Paloma.
Quien pudiera robar
tu nido esplendoroso…
Paloma.
IV
Quien pudiera guardar
tu Ermita campera…
Paloma.
Quien fuera ese varal
que siempre va a tu vera…
Paloma.
Estribillo:
Quien pudiera sentir
lo que tu sientes
Paloma…
dentro de ti.
Quien pudiera sentir
lo que tu sientes,
¡Paloma!.
LA ROSA
I
Su madre quiso una rosa,
pero una rosa no fue…
Según dicen las vecinas,
solo fueron las espinas
en un tallo de clavel.
II
Jugaba siempre con niñas
cuando empezaba a crecer
y en un sueño de tacones
fue viviendo de ilusiones
escapando a la niñez.
III
Un día salió a la calle
buscando un poco de amor
y encontró que no era nada
que aquel fuego que esperaba
eran penas y dolor.
IV
Su madre quiso una rosa,
pero una rosa no fue.
Hoy tan sólo es un lamento,
y un profundo sentimiento
de lo que no pudo ser.
Estribillo:
Y lo critica la gente
que no sabe comprender
lo que sufre un inocente,
cuando dentro de su mente
él se siente una mujer.
NUESTRO CANTO ES PARA TI
I
Con los años que llevamos
cantándote a ti Rocío,
seguimos enamoraos
lo mismo que dos chiquillos.
Y es que cantarte y sentirte,
pedirte y después rezarte…
es ilusión siempre nueva
de un sentimiento constante.
II
Cuantas veces hemos “cantao”
muy cerca de ti Rocío,
nuestros hombros te han “llevao”
porque Almonte lo ha “querío”.
Emoción en las gargantas
y derroche en los “quejaos”
y es que cerca de tus andas
quien no pierde hasta el “sentío”.
III
Te damos gracias Señora
porque nos das tu cobijo,
por hacernos rocieros
y también a nuestros hijos.
En la Hermandad de la Puebla
ya tenemos el desafío
de cantarte una y mil veces
si salud nos das Rocío.
IV
En tierras donde estuvimos
la gente desconocía
que tu eras Madre de Almonte
y Reina de Andalucía.
Pero tu amor les llegaba
y hasta el público entendía
arrancando con aplausos
y lágrimas de alegría.
Estribillo:
Nos tendremos que morir
con esta alegre condena
que nos hiciste sentir…
nacimos "pa" los romeros
nuestro canto es para ti.
EL VIEJO CAMINO
I
Camino viejo camino
con arena y polvoriento…
que acunas tantas pisadas
y guardas tantos recuerdos.
Y tantas veces nos vistes
atravesarte en silencio,
camino viejo camino
con arena y polvoriento.
II
Arroyo seco y vacío
donde yo fui “bautizao”,
donde se reza la Salve
cuando pasa el “Simpecao”,
donde refrescan los bueyes
y mis penas se han “quedao”…
arroyo seco y vacío
donde yo fui bautizao.
III
Pinares verdes pinares
a la orilla del sendero
que ofrece sombra y cobijo
a los que van de romeros.
Donde anidó la cigüeña
y se quedaron mis sueños…
pinares verdes pinares
a la orilla del sendero.
IV
Carretas blancas carretas
que van por los arenales,
siguiendo viejas costumbres
de rocieros cabales.
Que van dejando sus huellas
entre ¡vivas! y cantares…
carretas blancas carretas
que van por los arenales.
Estribillo:
Que no se vaya a perder,
que no se pierda por Dios…
que no se pierda por Dios.
Que son caminos del alma
“vereas” del corazón.
VIERNES SANTO ¡MACARENA!
I
¿Quién no tiene en su garganta
un ¡guapa! al verla pasar?,
cuando la llevan al cielo
a la voz del capataz.
II
Ya se asoma por el arco
igual que un rayo de sol
y es su mirar tan sereno
que no parece dolor.
III
Calle Feria madrugada
el aire huele a azahar
y entre cirios y varales
llorando una Madre va.
IV
Va detrás de la Sentencia
¿quién te podrá consolar?...
cuando pases por Trajano
con un silencio mortal.
Estribillo:
¡Ay!, Macarena morena
no hay consuelo “pa” tu pena
ni llanto con más dolor,
ni cielo con más estrellas
ese Viernes de Pasión.