EPs:

Río Guadalquivir De aquellos tiempos
De Córdoba y Granada Al pasar las carretas
Día de tentaero Las tres morenas
Celos gitanos La Patrona de Huelva

CRÉDITOS:

Guitarras:

Manolo Sanlucar

Isidoro Carmona


Arreglos y dirección musical:

Manolo Sanlucar

Fotografía de Sevilla:

A. Palau

LETRAS:

 

RÍO GUADALQUIVIR

I
Río Guadalquivir
de orilla a orilla…
Espejito de plata
de mi Sevilla…
galán enamorado
de la corriente
y tus besos anclados
de puente a puente.

¡Olé, con ole!...
remando mar adentro
por tus caminos,
remando mar adentro
van mis suspiros.
II
Tu cuna fue la cava
de los trianeros,
medida por el arte
de los toreros.
Que alumbran con sus luces
el paseíllo,
y rezan a la Virgen
del Baratillo.

Con alabanza
mi Virgen marinera
con alabanza
mi Virgen marinera
que es la Esperanza.
III
Estrella de agua clara
fuente de amores,
presumen tus riveras
con sus colores…
Entre espiguitas verdes
granos de trigo,
que cuentan los minutos
que estoy contigo…

Tus aguas van cantando
por los trigales,
tus aguas van cantando
por soleares…
IV
Tus aguas espejillos
de las corridas,
que reflejan las astas
estremecidas.
Y la luna torera
baja del cielo,
con un capote grana
blanco pañuelo.

¡Ole! con ¡ole!
remando mar adentro
por tus caminos,
remando mar adentro
van mis suspiros.

DÍA DE TENTADERO

I
Marisma marisma llana,
donde la alondra se cría.
Y se doran las besanas
con el sol de Andalucía.
El cortijo se engalana
vistiéndose de amapolas,
forma con los jaramagos
nuestra bandera española.

Es día de tentadero
y los erales esperan,
sobre caballos punteros
se preparan las colleras.
II
Coge el palo de majagua
y apriétate el barbuquejo,
dale un punto a las acciones
de los estribos vaqueros.
No te olvides los “zajones”
ni los tirantes de cuero,
y amarra tu chaquetilla
con los picos del pañuelo…

Galopa caballo mío
como galopan los sueños…
y ten cuidado del embroque
del torito marismeño.
III
Una carreta es testigo
de la estampa tan campera.
En el rodeo los novillos
con los bueyes se pelean.
Adornan las margaritas
la estampa del “correero”
haz señas con la garrocha
para que salga el primero.

Prepárate ”amparaó”
con tu jaquita romera
¡Ole por Curro Morón!,
que lo tiró a la primera.
IV
Trae la pará, cabrestero
que no para de “corré”…
por si entre los bueyes puedo
derribarlo de una vez.
Qué estampa de Antonio Díaz
su hermano Pepe y los Mayo,
Julio la Oya decía:
que “jirieron” su caballo.

Viva mi Puebla del Río
que ha dado tanto artistas
y sus prados conocieron
los mejores garrochistas.

DE CÓRDOBA Y GRANADA

I
El río Guadalquivir
besa en Córdoba los puentes.
Y en Granada el río Genil
es novio de la corriente.

Tienen maneras morunas
estos ríos tan iguales,
uno refleja aceitunas
y otro refleja azahares.
II
Córdoba de los cantares
y Granada de oro fino.
Córdoba entre los trigales
y Granada entre los pinos.
Cantares del agua quieta
en las dos bellas hermanas,
donde cantan los poetas
a Córdoba y a Granada.
III
Qué bonita está la Alhambra
soñando en la madrugada,
mirándose en el espejo
de sus fuentes de agua clara.

La Mezquita se estremece
llena de suspiros moros,
y en sus patios aparecen
niños que juegan al toro.
IV
Las mocitas de Granada
y mujeres cordobesas,
fuego cuando son amadas
y azúcar cuando te besan.

Mi amor se quedó parado
en noche de luna clara,
con mi corazón anclado
entre Córdoba y Granada.

SEVILLANA, SEVILLANA

I
Sevillana, sevillana…
cante baile y tonadilla.
Que naces en las campanas
de las torres de Sevilla.
Sevillana, sevillana
te criaron las macetas
y te besaron los labios
de las mocitas coquetas.

De las mocitas coquetas
que te llevan por bandera
sevillana, sevillana…
suspiro de primavera.
II
Cuando Sevilla se asoma
a su feria de volantes
sevillana, sevillana
eres la reina del cante…
Tus diferentes estilos
suben hasta las veletas
los oles estremecidos
entre mantilla y peineta.

Entre mantilla y peineta
y el rojo de unos claveles
presumiendo muy coqueta
de Sevilla y sus mujeres.
III
Arena de los caminos
escuchar mis sevillanas
son cantares peregrinos
que adornan las besanas.
Caminito del Rocío
todo llenito de aromas
te traigo los cantes míos
para la Blanca Paloma.

Sevillana, sevillana
sevillana, sevillana
cómo brillas a la grupa
de la gente de Triana.
IV
Arco de la Macarena
Plazuela del Altozano
Hércules de la Alameda
y Cava de los Gitanos…
Todos cantan sevillanas
sevillana. sevillana
las que lucen en el pelo
las canasteras gitanas.

Sevillana, sevillana
cante baile y tonadilla
que naces en las campanas
de las torres de Sevilla.

LA PATRONA DE HUELVA

I
Cuando vienen los barcos
de Punta Umbría.
Huelva es corno un pañuelo
desde la ría.

¡Ay! Huelva mía
que eres madre del mundo
frente a los mares
con carabelas blancas
como azahares.
II
¡Ay! Virgen chiquetita
de mis amores,
que me ofreces la Cinta
de tus favores…

Faro brillante,
de este mar de borrasca
faro brillante…
que iluminas la noche
del navegante.
III
Ya salen las barquillas
para altas mares.
Extiéndeles tu Cinta
que los ampare.

Que los ampare,
échales una mirada
desde el conquero,
que siempre fuiste Madre
del marinero.
IV
La Patrona de Huelva
está sentada
y le enseña a su Niño
una granada.
Está en cueritos
el Niño de mi Virgen
está en cueritos
que sólo lleva puesto
los zapatitos,

en cueros, en cueros
gracias que Juan Antonio
el zapatero le ha puesto
los zapatos a mi Choquero.

DE AQUELLOS TIEMPOS

I
Esos tiempos que se fueron
en los campos de Sevilla,
eran anchos los sombreros
y cortas las chaquetillas.
Fumaban tabaco negro
y eran hombres tan cabales,
que se les veía de lejos
su respeto y sus modales.

Su respeto y sus modales
y esa estampa tan campera,
lo mismo entre los trigales
que a caballo en las veredas.
II
Una hilera de carretas
eran las únicas leyes
y entre lucios y gavetas
cómo tiraban los bueyes.
Las gavillas en la era
la retrotaban las yeguas
que llevaban por bandera
el hiero de Concha y Sierra.

E! hierro de Concha y Sierra
famoso en Andalucía
cuando tenían cinco hierbas
los toros de sus “corrías”.
III
Se acabaron los pateros
que iban detrás de los patos,
con sus caballos overos
y con sus grandes retacos.
Se convirtió la marisma
en absurdos arrozales
la amapola no es la misma
añorando los trigales.

Añorando los trigales
y las avenas tardías
los tranquilos eneales
donde las ánsares crían.
IV
Las chozas de los pastores
se pudren con sus capachos
ni se estilan los porrones,
ni se majan los gazpachos.
No hay cucharas de madera.
ni guisos de caracoles,
es otra la primavera
y no suspiran las flores…

Y no suspiran las flores
porque ya no existen prados
ni tienen los resplandores
de aquellos tiempos pasados.

CELOS GITANOS

I
Por entre los limoneros
corté limones de oro.
Y los fui lanzando al viento
por los cerrados de toros.

Bordeaban los cuatreños
ventando la corría
y las Vírgenes gitanas
lloraban por mi agonía.
II
Debajo de las adelfas
tendí tu cuerpo en el suelo.
Y se te extendió en la arena
tu negra mata de pelo.

Tu negra mata de pelo
brillaban tus altos senos
bajo el sol reluciente
y yo mordía tus labios
como amapolas ardientes.
III
Gitana de mis amores
vente a la vera del río.
Y déjame que yo tenga
tu cuerpo juntito al mío.

Vinieron en desafío
tus cuatro primos carnales
y he “tenío” que entregarme
porque eran cuatro puñales.
IV
Me lo dijeron un día
tus primos y tus hermanos.
Pinta una cruz en tu puerta
que una noche te matamos.

Venir a verme gitanos
porque estoy muy mal “herío”
lavar mí sangre caliente
en la corriente del río.

GOLONDRINAS SEVILLANAS

I
En los patios del Alcázar
entre naranjos “floríos”.
Anidan las golondrinas
en los palacios sombríos…

En los estanques dormíos
murmuran los surtidores,
y saben que me han “querío”
los pájaros y las flores.
II
Volvieron las golondrinas
a sus nidos del “tejao”.
Pero no vendrán aquellas
que me vieron a tu “lao”…

Tú sola te lo has buscao
ya tienes lo que querías,
te sobra la libertad
pero te falta alegría.
III
Por el Callejón del Agua
te vieron llorar la gente.
Con la cara de una rosa
pálida como la muerte.
Quiero que tengas la suerte
que yo no me he “merecío”,
a ver si saben quererte
igual que yo te he “querío”.
IV
¡Ay! plaza de Doña Elvira
al llegar la primavera.
Recuerdo de los amores
de mi juventud primera.

Ella se fue de mi vera
vinieron las golondrinas
y me vieron como a Cristo
con la corona de espinas.

LAS TRES MORENAS

I
Por la Raya Real
van tres morenas
que sólo con mirarlas
quitan las penas.
La más alta de todas
es de la Palma,
la de los ojos garzos
me roba el alma.

La del pañuelo blanco
es tan bonita
que parece la Virgen
que está en la ermita.
II
Al pozo del Palacio
al mediodía
fueron por agua fresca
las tres Marías.
Cinturitas de mimbre
cubos de plata,
y unos ojitos negros
que a mí me matan.

María del Carmen
María de la Cinta
Corazón mío
y la mas “chiquitita”
María Rocío.
III
Qué bonito es el Coto,
Coto Doñana….
cuando canta la alondra
por las mañanas.
Ni las gaitas le ganan
con sus cantares
que llenan de alegría
los encinares.

Por entre las encinas
vienen mis niñas
y se abrieron las flores
de la campiña.
IV
Amanece en Palacio,
tocan diana…
y sigue su camino
la caravana.
Pajarillos que cantan
en los baldíos,
despertar a las morenas
que se han “dormío”.

Que se han “dormío”
que se quedan soñando
por las mañanas,
con tres niños morenos
que hay en Triana.

 

DE LAS LIEBRES

I
Las liebres de mi dehesa
son duras como ellas solas,
llevan aires de princesa
cuando pasan por la loma.
No hay galgo que las alcance
ni perro que las anime,
ni caballo que las canse,
ni nadie que las domine.

Se parecen a los vientos
que desatan tempestades,
corren como el pensamiento
cruzando los eriales.
II
Cuando saltó de la cama
derecha “pa” el perdedero,
dio por entre las retamas
veinte recortes toreros.
Los jinetes que la siguen
azuzándole los perros,
por el llano la persiguen
hasta los altos de un cerro.

Y mi perra Cancionera
que lleva muchas «corgás»
la dejó que se fuera
y no la pudo matar.
III
Quita el dedo del gatillo
y perdónale la vía,
que va derecho al portillo
para buscar a su cría.
Tira a la perdiz volando
esa que va a la ribera
y termina perdonando
a esa liebre tan ligera.

Que Dios quiso que corriera
por los galgos perseguida
y no que una cartuchera
le arrebatara su vida.
IV
Dentro de una alcachofera
una liebre se movía,
y “pa” que nadie la viera
se encamó al venir el día.
Pero nuestro amigo el Cate
que iba andando con su perra,
dijo es fácil que la mate
pues le veo las orejas.

Después de darle ventaja
como los galgueros buenos,
la perra se la trabaja
y la mató en el sendero.

AL PASAR LAS CARRETAS

I
Al pasar las carretas
se despedían,
con la vista a lo lejos
yo las seguía.
¡Ay! Carretero
cuida de la carroza
¡ay! carretero
y rézale a la Virgen
que yo no puedo.

Que si pudiera
por la arena descalza
que si pudiera
por la arena descalza
a verla fuera.
II
Al pasar el río Quema
crujen los carros…
y rechinan las ruedas
batiendo el barro.

Pasan a la otra orilla
rezan y lloran
y le cantan la Salve
a su Pastora.
III
Al pasar el Ajolí
miedo me ha “dao”,
y a la Blanca Paloma
me he “encomendao”.

Pasé el primero
me metí en el peligro
pasé el primero
y por poco me caigo
por los tableros.
IV
Pisando clavellinas
va mi caballo,
y oliendo a “yerba” fresca
del mes de mayo…
el romero florece
se está extendiendo,
y una varita nueva
le está creciendo.

Le está creciendo
romerito bonito
se “bíenvenío”
que te trajo tu madre
desde el Rocío.

EL ACEBUCHAL

I
En el Acebuchal
Se reunían,
las hermandades pobres
en compañía.
Igual que ahora,
bajo su sombra verde
y acogedora,
allí esperan las gentes
a su Pastora.

Los años pasan
y los árboles siguen
junto a las casas
con recuerdos de luchas
y de esperanzas.
II
Cuando la Virgen sale
al ser de día
se llena el acebuche
de poesía.
Echa más ramas
le verdean las hojas
y perfuma el ambiente
de la mañana.

Si Ella lo viera
cómo queda de triste
si Ella lo viera…
cuando vuelve la espalda
no la volviera.
III
Cuántos que ya murieron
habrán “dormío”,
al pie del acebuche
en el Rocío.
Cuántas plegarias
al pasar la Señora…
debajo de su copa
ya centenaria.

Cuántos recuerdos
en ese viejo tronco
se van quedando,
y la Blanca Paloma
sigue pasando.
IV
Ya la Reina Divina
se está acercando.
Que en el acebuchal
la están llamando.
Vida y dulzura,
Rociera Morena
Gitana Pura,
por los cuatro costaos
de tu hermosura.