Singles:
Salve rociera
Padre nuestro
en el Rocío
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CRÉDITOS:
Arreglos y dirección musical:
Jesús Glück
Fotografía y portada:
J. Andrada (Incafo)
Una producción de HISPAVOX realizada por José Blas Vega
LETRAS:
CANTEMOS ROMEROS
Cantemos romeros,
que las puertas del cielo se abren
al grito del sol
y en las anchas marismas asoma
la gracia de Dios.
Cantemos, romeros,
con las manos unidas y alegre
nuestro corazón,
a la Blanca Paloma cantemos
un himno de amor…
Estribillo:
Si tú quisieras,
Paloma Blanca,
me anidarías
dentro del alma.
Si tú quisieras
Paloma Blanca.
Tú eres regalo del cielo
y eres aroma y rocío,
tú eres regalo del cielo,
y eres orilla del río,
en la que encuentra consuelo
el que camina “perdío”.
Estribillo…
¡PIEDAD, SEÑOR!
Señor, ten piedad,
ten piedad,
Señor, ten piedad…
Cristo, ten piedad,
ten piedad,
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad,
ten piedad,
Señor, ten piedad.
Ten piedad…
GLORIA AL SEÑOR
Gloria, gloria al Señor.
Gloria a Dios en las alturas
y a sus criaturas
en la tierra paz.
En los campos de mi Andalucía,
la brisa corría
cantando tu gloria inmortal,
y por los senderos
el buen rociero
repite el cantar.
Por tu inmensa gloria te alabarnos,
te glorificamos
y te damos gracias,
Padre celestial…
Dios y Señor,
Cordero de Dios,
único Hijo en verdad.
Tú que los pecados
siempre has perdonado,
ten de nosotros piedad.
Atiende este canto,
oye nuestro llanto,
Tú que los pecados
puedes perdonar.
Tú que estás sentado
junto al Padre amado,
ten de nosotros piedad…
Porque sólo tú,
Oh Señor Jesús,
sólo tú eres Santo
y en la gloria estás.
¡¡ALELUYA, MARÍA!!
¡¡Aleluya!!...
Y por la marisma la brisa gritó,
dichoso tu vientre, María la Virgen,
que llevó al Cordero bendito de Dios.
¡¡Aleluya!!...
Que destile el cielo rocío de amor,
derramen las nubes su luz de victoria
y brote en la tierra nuestra salvación.
¡¡Aleluya!!...
Oh Blanca Paloma, la Madre de Dios,
aquel que no cabe en el universo,
escogió tu seno y en él se acunó.
¡¡Aleluya!!...
CREEMOS
En ti, oh Señor…
sólo Dios, creemos.
Tú eres camino de fe
para el andar rociero.
Tú, que has creado la luz,
la tierra y el cielo…
En ti, oh Señor Jesucristo,
creemos…
Tú, que has nacido del Padre
antes de todos los tiempos.
Tú eres la luz de la luz
y Dios verdadero.
Para salvarnos del mal
viniste del cielo
y en carne de la Pastora
se hizo carne tu verbo.
Y porque quiso el Espíritu
fuiste el primer rociero.
Tomaste la cruz,
por redimir a tu pueblo
y humildemente dejaste
que sepultaran tu cuerpo.
Y, resucitado,
subiste a los cielos
y para juzgarnos de nuevo.
En ti Santo Espíritu, en ti
creemos.
Y proclamamos tu fe
en el lunes rociero,
porque en la luz de tu voz
profetas nacieron.
En ti Santa Iglesia de Dios,
creemos…
Y reconocemos un solo bautismo
para el perdón,
y esperamos en el confiados
la resurrección…
Amén, Amén, Señor…
OFERTORIO DE ESPERANZA
Te ofreces plenamente,
buen Pastorcillo,
a cambio de lo poco
que me has pedido…
Por eso quiero traerte
mis ofrendas de rociero.
Estribillo:
De un camino de esperanzas
brazadas de romero,
y del trigal de mi alma
espigas de amor sincero.
La Blanca Paloma
sabe que yo te ofrezco
la viña de mi alegría
y brazadas de romero…
De un camino de esperanzas
brazadas de romero.
La Blanca Paloma sabe
cuanto te ofrezco.
Has abierto las puertas
de tu granero
y derramas tu gracia
sin regateos.
Por las veredas
llegan los rocieros
con sus ofrendas.
Estribillo…
TÚ ERES SANTO
Tú eres santo,
santo, Señor,
Dios del amor
y del universo…
Tú eres Santo
y estás en la flor
y en el rayo del sol
y en el alma del pueblo.
Cantad, rocieros, su gloria,
gritemos ¡hosanna en el cielo!.
Bendito el que viene
en el nombre de Dios,
primer peregrino y romero.
Cantemos su gloria,
¡hosanna en el cielo!.
PADRE NUESTRO EN EL ROCÍO
Padre nuestro, que estás en los cielos
y estás en la entrañas
de cada rincón marismeño…
Tu nombre que es santo,
florece en los labios del pueblo
que en ti se confía,
esperando la luz de tu Reino.
Rocieros, que escuchan tu voz
igual que en el cielo.
Haz que grane la espiga
en la tierra que tanto queremos,
y danos el pan de este día...
si lo merecemos.
Y perdona, Señor, nuestras culpas,
que aunque somos de barro y caemos,
perdonamos también
a quien siembra de espinas el largo sendero…
No permitas que la tentación
nos ciegue de nuevo
y libera a tu pueblo del mal,
líbranos,
libra del mal a tu pueblo.
CORDERO DIVINO
Cordero Divino,
orgullo de la Pastora,
ten piedad, ten piedad
de tu grey pecadora.
Cordero Divino,
orgullo de la Pastora
ten piedad, ten piedad
de tu grey pecadora.
Cordero Divino,
orgullo de la Pastora,
mira Cordero Divino
a tu grey pecadora
y dale la paz.
¡La paz!...
ACÉRCATE, PEREGRINO
Estribillo:
Acércate, peregrino
que en la Santa Comunión
el Pastorcillo Divino
te brinda su corazón.
Acércate, peregrino
Y toma el Cuerpo de Dios.
convertido en pan vino por amor,
convertido en pan y vino por amor.
Es el maná que del cielo ha caído,
dulce rocío que Dios ha enviado,
para alimento del pueblo elegido
que en las tinieblas andaba perdido
y otra vez su camino ha encontrado.
Acércate, peregrino…
Estribillo…
Tú, que has querido que sea tu amigo
y me has pedido que sea tu hermano
y por estar para siempre conmigo
tú te has quedado en la viña y el trigo
y me has dejado la paz de tu mano.
Acércate, peregrino…
Estribillo…
Y le dijiste a la Virgen María:
guárdame bien a este pueblo que es mío
y Ella el divino mandato cumplía
y dulcemente a sus hijos cubría
con la gracia de un blanco rocío.
Acércate, peregrino…
Estribillo…
VUELVE AL CAMINO, ROCIERO
I
Se consumó el sacrificio
y podemos ir en paz,
con la compaña de Cristo
en nuestro peregrinar.
Pisa fuerte en el sendero,
que no se pueda borrar,
esa huella, rociero,
que vas dejando al pasar.
II
Vuelve al camino, romero,
que ya todo terminó
y echa tus penas al viento
que vas bendito de Dios.
Y el Pastorcillo Divino.
rociero como yo,
ha venido hasta el camino
a darme su bendición.
III
Adiós, mi Blanca Paloma,
fuente clara de mi amor,
a la hora del regreso
me duele decirte adiós.
Y la Virgen del Rocío,
que no me quiere dejar.
Se me coló en los sentíos
y alumbra mi caminar.
IV
Silencio en el campanario
y en la voz del tamboril,
solo queda una palabra
que nadie quiere decir.
La marisma se ha “encogío”
y no cabe en el pinar,
esa pena corno un río
de la gente que se va.
SALVE ROCIERA
Dios te salve…
Reina de las marismas,
Madre de Dios y nuestra,
Blanca Paloma de la Paz
y vida y esperanza verdaderas.
Dios te salve
y salve a tus romeros,
errantes peregrinos en la tierra.
que gimen sin consuelo en este valle
de llanto y de tinieblas,
herencia dolorida
de la primera Eva.
Vuélvenos tu mirada,
Abogada y Maestra,
celestial Mediadora
y amorosa Pastora de la grey marismeña.
Muéstranos a tu buen Pastorcillo,
la divina cosecha
de tu vientre bendito,
que a tu amado redil alimenta…
¡Oh! clemente y piadosa
y Paloma almonteña.
Siempre Virgen María,
si tu dulce rocío nos riega,
Santa Madre de Dios,
nos harás merecer sus promesas
y podremos, al fin de los días,
habitar las marismas eternas.
